Cómo lograr que los niños lean durante el verano
Consejos para evitar el `summer slide´ o retroceso académico durante el verano.
Experto clínico: Matthew M. Cruger, PhD
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Por qué es importante que los niños lean durante el verano?
- ¿Cómo elegir libros adecuados para su hijo?
- ¿Cómo lograr que la lectura sea una actividad social divertida?
Lectura rápida
La lectura de verano no solo evita que los niños pierdan las habilidades que aprendieron en la escuela. También los ayuda a adquirir confianza y amor por la lectura.
Brindar a los niños un acceso fácil a los libros los ayuda a seguir leyendo durante el verano. Su bibliotecario local puede ayudarlo a usted y a su hijo a encontrar libros al nivel adecuado que se ajusten a sus intereses. Puede que tengan buenas recomendaciones, incluso si a su hijo no le gusta leer habitualmente. Muchas bibliotecas tienen también programas de lectura de verano que ofrecen premios a los niños que participan.
Es normal que los niños lean a un nivel inferior al que tienen en clase cuando leen por su cuenta. De hecho, eso fomenta la confianza. Para elegir un libro del nivel adecuado, utilice la prueba de los “cinco dedos”. Haga que su hijo lea la primera página y levante un dedo por cada palabra que no conozca. Si al terminar de leer la página tiene más de cinco dedos levantados, el libro es demasiado difícil.
Su hijo tampoco tiene que leer solo libros. A los niños les encanta recibir correspondencia, así que una revista infantil puede ser una gran elección. Los cómics y las novelas gráficas también son buenas opciones.
Para hacer que la lectura sea una actividad social y contribuya a desarrollar habilidades, los padres pueden leer en voz alta para sus hijos libros más difíciles. Es excelente convertir esto en un hábito diario. Los audiolibros también pueden ser una gran opción cuando usted está ocupado o para los viajes largos en auto. Leer en voz alta a los hermanos pequeños también es bueno.
Si su hijo necesita desarrollar habilidades de lectura, hable con su maestro. Tal vez les ofrezca libros de ejercicios o les sugiera una tutoría. Sin embargo, sigue siendo verano, así que tómeselo con calma. Veinte minutos de tutoría dos veces a la semana es mejor que una hora una vez a la semana.
Para los niños pequeños, puede ser útil hacer tarjetas con palabras difíciles antes de que empiecen un libro difícil. Esto les permite practicar su lectura por adelantado.
Para los niños de todas las edades, ayuda hablar de un libro más difícil antes de leerlo. Así no pierden el hilo de la historia.
El verano es un descanso muy necesario para los niños, pero también puede significar una pausa en el aprendizaje y, en muchos casos, una lamentable pérdida de las habilidades de lectura recién adquiridas.
Lo que se conoce como “summer slide” (retroceso académico durante el verano) es particularmente problemático para los niños que ya tienen dificultades con la lectura. Si no quiere arriesgarse a que su hijo se atrase durante las vacaciones, es importante asegurarse de que tenga oportunidades para practicar sus habilidades de lectura. El verano no tiene por qué detener el progreso de su hijo, e incluso puede ser una buena oportunidad para adquirir mayor fluidez y entusiasmo por la lectura.
Busque lecturas atractivas
Lo primero que los niños necesitan para seguir leyendo durante el verano es poder acceder a los libros con facilidad. Durante el año escolar, la mayoría de los libros que leen suelen ser asignados para todos en la clase. El verano le brinda la oportunidad de hacer las cosas más atractivas para su hijo, al presentarle lecturas más divertidas y dirigidas a sus intereses. La biblioteca siempre es un buen lugar para comenzar a buscar libros para niños. Muchas bibliotecas tienen listas de libros ordenados por nivel de lectura para guiarlo. Los expertos en lectura también sugieren seguir la “regla de los cinco dedos” al elegir libros. Haga que su hijo abra un libro y lea la primera página. Por cada palabra que no sepa, pídale que levante un dedo. Si tiene más de cinco dedos levantados cuando haya terminado de leer la página, lo más probable es que el libro sea demasiado difícil.
Elegir libros se vuelve más complicado cuando los niños son mayores y ya han desarrollado gustos más definidos (lo que en algunos puede incluir una aversión establecida hacia la lectura). Las recomendaciones de los bibliotecarios pueden seguir siendo útiles en estos casos, ya que ven a una gran variedad de niños y conocen todos los recursos que ofrece la biblioteca. Además, sus sugerencias podrían sorprenderlo. Un niño al que le gusta practicar deportes podría interesarse por los libros si se trata de biografías de atletas famosos. Recuerde, las narraciones tradicionales basadas en historias no son atractivas para todos los niños. Los libros sobre computadoras, animales o ciencia a veces pueden captar la atención cuando una novela no lo logra.
No se limite únicamente a los libros. A los niños les gusta recibir algo en el correo. Una suscripción a su nombre de una revista infantil como National Geographic Kids o American Girl ofrece una variedad de cosas nuevas para leer cada mes. Muchos niños que evitan los libros tradicionales podrían preferir leer cómics, que pueden ser un poco más accesibles y aún así ofrecer una experiencia de lectura sólida. Las novelas gráficas para niños, como la muy popular serie El diario de Greg, han atraído la atención de muchos lectores poco entusiastas.
Lectura al nivel adecuado
Las lecturas de verano no deberían ser tan fáciles que resulten aburridas, pero tampoco deberían ser tan desafiantes como para frustrar a un niño. Es importante que los niños experimenten la confianza que se obtiene al completar un libro con éxito. La mejor parte de la lectura de verano es que brinda a los niños la oportunidad de desarrollar experiencias positivas: leer no se tiene que sentir siempre como un trabajo.
Los maestros y tutores que han estado trabajando con su hijo durante el año escolar son otro gran recurso para recomendar libros. Ellos están más en sintonía con los libros que están al nivel de lectura “independiente” de su hijo (libros que puede leer cómodamente por sí solo) y los libros en su nivel de “instrucción”, que son un poco más difíciles. En realidad, los niños necesitan experimentar ambos.
Siga leyendo en voz alta
Una excelente manera de exponer a los niños a libros que están ligeramente fuera de su alcance es leyendo para ellos en voz alta libros más difíciles. Como regla general, es bueno que los niños lean por sí solos en su nivel independiente, y que les lean en un nivel superior porque eso ayuda a construir vocabulario y realmente hace que el oyente se convierta en un mejor lector. La especialista en aprendizaje y educación Susan Schwartz dice que leer en voz alta es en realidad una de las mejores formas en que los padres pueden ayudar a mejorar las habilidades de lectura de sus hijos. “Nunca deje de leerles a sus hijos”, dice Schwartz. “Debería leerles todos los días, especialmente durante el verano. No solo es una experiencia divertida y envolvente para su hijo, también es una experiencia de aprendizaje”.
Schwartz recomienda The Read-Aloud Handbook de Jim Trelease como un gran recurso para los padres que buscan buenas historias para leer en voz alta. Los audiolibros también son buenos para atraer a los niños a libros más difíciles, y son ideales durante los viajes en automóvil o mientras se prepara la cena. Incluso podrían apagar la televisión y escuchar un audiolibro para entretenerse en familia. Schwartz también sugiere usar audiolibros para escuchar series populares como los libros de Harry Potter, que puede ser una lectura difícil para algunos niños.
Siempre que sea posible, trate de que la lectura sea más interactiva. La lectura es generalmente un esfuerzo solitario, y lo es más si se han tenido dificultades en la escuela. Pero no comenzó de esa manera. “Para la mayoría de los niños, su primera experiencia con la lectura es sentarse con su mamá o su papá mientras les leen, rodeados de mucho amor”, señala Matthew Cruger, PhD, director del Centro para el aprendizaje y el desarrollo del Child Mind Institute. “Lo que usted quiere hacer es continuar esa primera experiencia positiva”. Esto es parte de la importancia de leerles en voz alta a los niños todos los días. Pero su hijo también debería estar leyendo en voz alta. Si hay niños más pequeños en casa, es una buena idea que su hijo practique la lectura de un libro de cuentos para ellos. También puede turnarse con su hijo en la lectura de las páginas.
Cuando un niño lee de forma independiente, es bueno hablar sobre lo que está leyendo. Los niños apreciarán su interés, y también funciona como una forma de revisar la comprensión. Hable sobre los personajes y los problemas que enfrentan, y anime a su hijo a hacer preguntas y volver a leer las partes difíciles con usted. Considere leer el libro al mismo tiempo que su hijo para tener una mejor conversación.
La mayoría de las bibliotecas públicas también tienen un programa de lectura de verano, que es otra excelente manera de hacer que la lectura sea más interactiva. Los programas generalmente ofrecen incentivos integrados como premios y fiestas de pizza como recompensa para los niños que participan.
Una oportunidad para desarrollar habilidades
Algunos niños necesitan refuerzo adicional para mantener sus habilidades de lectura. Pregunte al maestro o al especialista en lectura de su hijo si recomendarían desarrollar habilidades específicas durante el verano. Podrían sugerir que haga ciertas páginas del libro de ejercicios o recomendar una tutoría. Schwartz dice que le encanta dar clases particulares a los niños en verano porque “es el momento perfecto para desarrollar dominio”. El verano brinda mayores oportunidades a los niños para concentrarse“. Pero recuerde, sigue siendo verano, por lo que debe tratar de tomar las cosas con calma. Schwartz considera que la tutoría con un niño dos veces por semana durante veinte minutos es mucho más efectiva que la tutoría una vez por semana durante una hora. Los niños pueden concentrarse mejor y es menos probable que se sientan frustrados durante sesiones más cortas.
Si su hijo está leyendo un libro difícil en casa, hay algunas cosas que puede hacer para desarrollar habilidades que aumenten la comprensión. Especialmente para los niños más pequeños, el Dr. Cruger sugiere que los padres revisen primero un libro de cuentos para hacer tarjetas con la definición de palabras que aparecen en la historia. De esa manera, los niños pueden aprender las palabras con anticipación. Luego, los padres pueden agrupar las tarjetas en diferentes órdenes, haciendo frases y oraciones simples. Este ejercicio familiariza a los niños con las palabras que aparecen en el libro, porque básicamente está practicando leer el libro con anticipación. Luego, cuando sea hora de sentarse y leer, su hijo ya tendrá el vocabulario necesario y la lectura debería ser mucho más fácil.
Para los niños mayores y menores, también es una buena idea discutir un libro difícil antes de leerlo. El Dr. Cruger señala: “Los niños pueden quedar atrapados tratando de descifrar un libro difícil, y se perderán de la historia. Es más fácil seguir la historia cuando ya sabes qué esperar y es mucho más probable que obtengas algo”.
Ya sea que decida hacer simulacros de práctica, probar tutoría o simplemente unirse al desafío de lectura de la biblioteca, la regla más importante para la lectura de verano es darles apoyo y estimular a los niños. Ayude a su hijo a tener experiencias de lectura divertidas y positivas, y así verá crecer su confianza y el dominio de sus habilidades.